Éste artículo es de la autoría de Yalpri Img y fue originalmente publicado en la revista digital Turismo, Innovación y Comunicación, el 8 de noviembre de 2017.
Ya estamos a final del año, pero no dejamos de recordar que éste 2017 tiene como asignación ser el “Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo”, durante el que se desarrollan diferentes actividades a nivel global, aspirando a sensibilizar a los tomadores de decisiones y al público en general respecto a la contribución del turismo sostenible como instrumento de desarrollo. Este título no quiere decir que solamente 2017 será el período en el que el turismo sostenible tendrá protagonismo; se espera que de aquí en adelante se creen políticas y se adopten mejores prácticas para el desarrollo de este sector en todo el mundo.
Cinco son los ámbitos clave en los que el turismo tiene una importante responsabilidad:
- Crecimiento económico inclusivo y sostenible.
- Inclusión social, empleo y reducción de la pobreza.
- Uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático.
- Valores culturales, diversidad y patrimonio.
- Comprensión mutua, paz y seguridad.
Empresas, gobiernos y viajeros tienen el poder y la capacidad de llevar a la practica la gestión sostenible con objetivos en común tales como la reducción del impacto negativo y aumentar los beneficios de la actividad turística.
Sostenibilidad puede significar la innovación del turismo como hasta ahora se percibe y aplica; la innovación no necesariamente significa la creación/modificación de productos y servicios modernizados o que siguen las últimas tendencias. Innovar el turismo también puede significar el regreso al origen, a las formas más básicas de gestión, producción, interacción, etc.
Te invitamos a conocer algunos casos de éxito en la práctica del turismo sostenible que te pueden servir de inspiración para aplicarlos en tu empresa, organización o como viajero/a por el mundo.

El complejo hotelero Amalurra, enclavado a los pies del monte Kolitza (Bizkaia, País Vasco), es el sueño materializado de un grupo de familias que acogieron un concepto innovador basado en valores solidarios, de cooperación y trabajo en equipo. Con un carácter ecológico y sostenible, en los primeros años de operación, repoblaron el terreno con más de 3,500 árboles de especies autóctonas, se rehabilitaron las edificaciones existentes y posteriormente se levantaron edificios adicionales con principios de bioconstrucción y bioclimática.
Tanto por la trayectoria como por el proyecto de futuro planteado, en 2014 fueron seleccionados como Proyecto Piloto Europeo dentro del programa neZEH (hoteles de Consumo Casi Cero) impulsado por la Comunidad Económica Europea. En 2015 recibieron el Premio SOHO de Sostenibilidad Ambiental en el marco del III Congreso Climaval.
Amalurra se proyecta como un Turismo Rural, con diferentes tipos de alojamiento (hotel, albergue, apartamentos, bungalows), restaurante, spa y salas equipadas para diversas actividades. Visualizan su expansión hacia una mayor sostenibilidad implementando medidas energéticas y reformas edilicias dirigidas al uso de energías renovables, al ahorro de consumo, reciclaje y en general a la reducción de emisiones contaminantes.

Café de las Sonrisas es una propuesta que aporta soluciones laborales a personas con discapacidad auditiva en Nicaragua. Opera desde 2012 en la ciudad de Granada demostrando que los problemas auditivos no están reñidos con un servicio profesional y de calidad. Dicen ser el primer establecimiento en su estilo en el continente Americano y la cuarta en el mundo dirigida íntegramente por personas sordomudas.
Ésta cafetería es uno de los proyectos de la organización sin fines de lucro “Centro Social Tío Antonio” quienes se encargaron de capacitar a los trabajadores, les enseñaron a preparar los alimentos ofrecidos y las bases de la atención al público con la colaboración de un chef y dos intérpretes de la lengua de señas.
El menú esta diseñado con pictogramas que facilitan al cliente indicar el pedido a los meseros e incluso descartar alguno de los ingredientes si así lo prefiere.
Además del servicios de desayuno y almuerzo, se preparan actividades especiales para grupos programados con anticipación, que deseen experimentar la vida como lo hacen las personas con limitación auditiva y del habla, y aprender algunas frases prácticas del lenguaje de señas.
El Café de las Sonrisas esta creando puestos de trabajo inclusivos y salarios dignos; así como conciencia a otras empresas, a las autoridades y al público en general sobre la importancia de la equidad social y económica para la reducción de la pobreza.

Desplazándonos al occidente, siempre en Nicaragua, ubicamos el Rancho Esperanza frente a la playa de Jiquilillo, Chinandega. Es un hotel de bajo impacto ambiental que promueve activamente proyectos que benefician a los pobladores.
La oportunidad de ser voluntarios, permite a los viajeros participar en proyectos de la comunidad, convertirse en modelos positivos y creativos para los niños y jóvenes que acuden al Club de Niños, al enseñarles inglés, computación o ayudando con tareas de la escuela.
Los dormitorios, tipo choza, tienen paredes de bambú y techos de palmas; hay opción de espacios sombreados para casas de campañas y hamacas, algunos alimentos se adquieren localmente ofreciendo un menú especializado en comida vegetariana, asiática y nicaragüense.
Con la finalidad de reducir la huella ecológica, en Rancho Esperanza mantienen un sistema muy higiénico de compostaje con aserrín y reutilización de aguas grises que permite el ahorro de agua potable.

Desde el ámbito no lucrativo, Global Sustainable Tourism Council (GSTC) establece y gestiona estándares mundiales sostenibles. Se les conoce como Criterios GSTC y se dividen en dos conjuntos:
- Criterios para los responsables de crear Políticas Publicas y de administrar los destinos.
- Criterios para la industria hotelera y tour operadores.
Afirman que estos son los principios rectores y los requisitos mínimos que cualquier empresa o destino turísticos debería aspirar a alcanzar para proteger y mantener los recursos naturales y culturales del mundo, paralelamente garantizando que el turismo alcance su potencial como herramienta para la conservación y la mitigación de la pobreza.
El GSTC no certifica directamente productos o servicios turísticos, sino que acredita a los que sí lo hacen. Estos criterios se utilizan para la educación y la sensibilización, la formulación de políticas para empresas y agencias gubernamentales y otros tipos de organizaciones, para la medición y evaluación, y como base para la certificación.
Es una organización no lucrativa independiente y neutral, establecida legalmente en Estados Unidos. Opera de forma virtual, sin una oficina principal, con personal y voluntarios que trabajan desde los seis continentes poblados. Se apoyan financieramente de donaciones, patrocinios y cuotas de membresía que les permiten brindar servicios a bajo costo y crear, revisar y poner a la disposición los criterios mencionados.
Estos cuatro casos son sólo algunos de muchos ejemplos de buenas prácticas sostenibles que se conocen en todo el mundo. Cada vez más organizaciones empresariales, civiles y gubernamentales están tomando conciencia sobre los efectos negativos que deja la actividad humana en general e innovando en las formas de mitigar la huella ambiental.